27 julio, 2014

Compañías

Puerto Yuno hervía de actividad desde primera hora de la mañana. Madrugaron para ir, lo primero, al banco a cambiar sus monedas de oro de Aguas Profundas por pechucos de Puerto Yuno, y después al mercado a por unos manuales mágicos para aprender el idioma local. Una vez aprendido, se dividieron. 

Aeldran y Kisara fueron a La Jarra Helada a ver los anuncios que había en el tablón. Necesitaban dinero para poder pagar la estancia de turistas y las noches que hicieran en la ciudad, hasta que encontraran otra forma de poder establecerse: Kisara prefería no depender en demasía del dinero de su tío, el Sr. Tyrion Gilito, por una cuestión de orgullo y demostrarse a sí misma y al Capitán que podía ser autosuficiente y que era capaz para este viajea . Había de todo tipo de peticiones: desde encontrar a un ladrón hasta espiar a un comerciante. También había un anuncio del ejército de Puerto Yuno: reclutaban gente para formar parte de la policía (militarizada, al parecer, desde la reciente entrada en guerra de la ciudad), y pagaban realmente bien. También encontrar a un tipo con una mariposa tatuada en el brazo (pagaban 250.000 pechucos de Puerto Juno). Pero, de entre todos ellos, a Kisara le llamó la atención una pequeña hoja garabateada con prisa:

"Inviestigar lo sucedido en Pueblo Tulipán. Desaparecido hace dos semanas. Al SE de aquí, 400 millas."

¿Un pueblo... desaparecido? ¿Entero? Preguntaron a la camarera por el protocolo a seguir para aceptar algún trabajo del tablón, y esta les dijo que debían ir a la sede de la policía para anotarse. Decidieron esperar a Yu, que no tardó en aparecer, con una sonrisa enorme en su cara. Pidió una jarra de cerveza con algo de picar y se sentó con las dos mujeres:

-¡Traigo un montón de información! -dijo, plenamente orgulloso.
-¡Cuenta, cuenta!
-Veamos, ¿por dónde empiezo...? Esta ciudad es enorme, ciertamente. ¡Rivaliza con Aguas Profundas! Está organizada en anillos, de forma que sólo puedes acceder a los anillos interiores con unos permisos muy concretos. ¿Qué más...? Ayer nos explicaron brevemente la organización política de la ciudad, pero os lo refresco: está gobernada por un Consejo de Magos, que dirige todo con mano de hierro. Las leyes principales de la ciudad que más me llamaron la atención fue la prohibición total de cualquier culto a cualquier dios, sea cual fuere, y el complicado sistema de visados y membresías de ciudadano que tienen establecidos. Hay dos formas de pagar el visado de turista en esta ciudad: pagando la cuota, como nos dijeron en Turismo, o formar parte de una Compañía. ¿Veis que por la ciudad, además de los soldados de la milicia, hay grupos de personas con diferentes insignias en sus ropas, que parecen patrullar también? Son miembros de diferentes Compañías (cada una tiene una insignia diferente) - Yu bebió un largo sorbo de cerveza y prosiguió. -. Hay cosas muy interesantes que saber sobre estas Compañías. Por ejemplo, están todas obligadas a trabajar al servicio de la seguridad de Puerto Yuno: si algún miembro es testigo de algún crimen, puede actuar como si fuera la milicia, y está obligado a hacerlo, y entregar al criminal en el cuartel en caso de que logre capturarlo. Fundarlas no sale especialmente caro, y además pagan los visados de sus miembros de forma conjunta, y Puerto Yuno les hace un importante descuento... - Sonrió. - Además, únicamente un aventurero miembro de alguna Compañía puede aceptar misiones y trabajos. 
-Entonces, sin duda, debemos fundar la nuestra... - Kisara se mordió el labio inferior. ¡Qué responsabilidad, guiar su propia Compañía!
-Eso parece.
-Ahora abrid bien las orejas: Puerto Yuno está en guerra con las dos ciudades vecinas, eso lo sabíamos; pero... ¿sabíais por qué se originó?
-La verdad es que no. Y casi me había olvidado de la guerra: la gente por la calle está contenta, no se nota ningún clima de tensión o abatimiento que hubiera pensado en una ciudad en guerra.
-Al parecer, hace ocho semanas más o menos, y sin previo aviso, apareció aquí un clérigo de Cyric, pregonando que venía a tomar la ciudad. La milicia y muchas Compañías se unieron para acabar con él, pero levantó muchísimos muertos vivientes y más criaturas del mal, incluidas, según las habladurías, noctorugas.
-Cyric... -Kisara recordó al nigromante pirata que les había atacado en el barco, y a su hombre fiel que había dibujado un símbolo de ese dios con sangre, y por ello Kisara tendría que haberle matado pero... Respiró profundamente.
-Lograron matarle gracias a que varios magos del Consejo actuaron activamente y a Los Temerarios del Dragón. Al parecer jugaron un papel muy importante, y la gente les considera grandes héroes.
-Una Compañía, supongo.
-En efecto.
-Desde luego el nombre es rimbombante - dijo Aeldran.
-Sí - Yu terminó su cerveza. - Con lo que no he tenido nada de suerte es con eso de "shinra" que nos dijo el Capitán. Nadie parece saber nada de eso, ni quién o qué es.
-Una pena, la verdad... Bueno, volvamos al barco - dijo Kisara. -. Hablemos con el capitán antes de que partan de vuelta a Aguas Profundas, y le daremos las malas noticias. Quiero despedirme, es mi superior además de Capitán del barco. Además, creo que la mente de Maese Jeffrey podría sernos de gran utilidad a la hora de gestionar la Compañía y ayudarnos con estas cosas. Lleva conmigo desde que soy pequeña, es una persona de confianza.

Al caer la tarde, Kisara avanzaba por las calles de Puerto Yuno con paso decidido en dirección a las oficinas de la milicia para crear su Compañía, seguida del joven Yu, la gran Aeldran y, detrás, Jeffrey, formal y elegante. 

Los cuatro futuros integrantes de la nueva Compañía Libre del Este.

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