12 diciembre, 2021

Cómo enfrentarse a una figura misteriosa: batalla en los cerros de la Cordillera del Gusano

Tras un par de jornadas de descanso y una curación extraordinariamente rápida, Markus y Kena se sienten en condiciones de volver a los caminos. Sin duda salir del bosque fue una buena decisión para poder descansar, pero en cuanto van a volver a ponerse en marcha les da la sensación de que vuelven a entrar en el bosque demasiado pronto...

Como que el bosque hubiese crecido en dos días. Y además Markus vuelve a sentirse un poco mal. Afortunadamente, ahora lleva la armadura puesta. 

Consiguen encontrar el camino principal, por donde se supone que avanzaban los aventureros desaparecidos, y deciden continuar, hasta que llegan a un pantano. Ni Diluc ni Elana recuerdan que en los mapas figurase un pantano de estas características en esa zona, y todos coinciden en que todo ha de ser obra del nigromante al que buscan.

Avanzan con precaución, pisando con cuidado y caminando en línea de a uno. Aún así, en un descuido, Diluc pierde pie y casi cae en una poza de cieno, pero Kena le agarra de las solapas del traje a tiempo y lo devuelve a tierra firme.

El pantano parece que crece, comiéndose el bosque que dejan atrás y la zona montañosa con hierba corta que tienen ahora delante. De alguna manera el camino sigue allí, ascendiendo serpenteante entre los cerros. En la loma más próxima, en medio del mismo camino, hay una figura: lleva una armadura con símbolos extraños que identifican como pertenecientes a un dios maligno de los asesinos, la muerte y la pochez (por abreviar). 

La figura parece estar realizando un ritual, elevando la voz al viento frente una gran gema roja. El grupo se para un momento y piensa qué hacer:


- Ese tiene que ser el nigromante - dice Elara.

- Pues a por él! - el apremio de Kena puede notarse en sus palabras y en sus músculos en completa tensión desenvainando ya su hacha, Viento Helado.

- Espera! - Markus la interrumpe, cogiéndola por el brazo.

- Por qué? Está ahí!

- Vamos a rodearlo, para acercarnos lo máximo posible. Puede que tenga un ejército de no-muertos escondido.

- Pero... Si no se ve señal de ningún ejército... - "Y además llego en un respiro!", piensa la bárbara, contrita. Y luego recuerda el ritmo de Markus caminando, con su gran armadura, su gran escudo pavés, sus piernas cortas.

- Venga, Markus tiene razón. Si es un nigromante y le damos tiempo, puede convocar grupos de no-muertos. Es mejor ir con cautela esta vez.

- ...Vaaaaaale. 😤


El grupo finalmente decide salir del camino y avanzar por entre los bajos arbustos que sobreviven en las cimas rocosas de esta parte de la Cordillera del Gusano, con todo el cuidado posible teniendo en cuenta la gran armadura, el gran escudo pavés y la respiración forzada de Markus subiendo campo a través.

(Es decir, muy poco sigilosos.)


Cuando están a unos 60 pies, la gema emite un haz de luz que incide sobre uno de los cerros lejanos (a ojo de aventurero avezado, más o menos a medio día de viaje de donde están actualmente), la piedra se vuelve oscura y justo después se rompe en mil pedazos. Todas las esperanzas de cualquier ladrón que hubiese cerca por poder cogerla y venderla se esfuman. Menos mal que no había ninguno. 😉

Ahora pueden apreciar mejor a la figura que realizaba el ritual mientras se gira para mirarlos: ha detectado su presencia. La armadura, el escudo y los símbolos sagrados dejan poco lugar a la imaginación: es un maladin, un paladín de un dios malvado. Pronuncia unas palabras ininteligibles y su escudo y su espada empiezan a brillar, e invita a los aventureros, con su lenguaje corporal, a atacarle. 


A Kena no tiene que decírselo dos veces: en cuanto Markus inicia su carga contra el enemigo, la bárbara se vale de su velocidad para adelantarle y ponerse delante, intentando proteger a su amigo mientras avanza con su gran armadura, su gran escudo pavés, sus piernas cortas. Diluc va a avanzar también pero en ese momento el maladin convoca a sus no-muertos, y decenas de ellos empiezan a surgir del suelo. Mientras, Elara rodea al invocador, colocándose a su espalda sin ser advertida.

Kena ataca al maladin pero sus ataques no consiguen acertarle (DADOS PLS) mientras los demás miembros del grupo intentan deshacerse de los no-muertos, que ya le han hincado el diente a la pierna de Markus, que aúlla de dolor pero sigue en pie. Elara esquiva a los enemigos mientras intenta golpear al maladin también, pero no hay mucha suerte. Diluc usa su lanza para golpearle, que se despacha a gusto sobre Kena, golpe tras golpe.

Cada uno de los impactos sufridos hieren el orgullo de la joven guerrera del Clan del Cuerno Hendido, cuyo padre se le apareció en sueños rogando que vengara su muerte a manos del nigromante, y ahora que lo tenía delante no podía hacer nada. La furia se acumuló en su pecho y subió por su garganta hasta estallar en un grito impotente y desgarrado, y consigue devolverle un golpe justo mientras ve cómo a Markus le están derribando (otra vez) los no-muertos.

El paladín enano ha caído inconsciente, dentro de su armadura de placas, y rueda levemente por la hierba mientras los zombies se encaraman para poder devorarlo, pero Diluc golpea a uno con su lanza y Kena manda volando, unos metros más allá, a otro de un hachazo, mientras el maladin sigue golpeándola.

Las heridas que acumula Kena son tremendas ya; su cuerpo no puede más pero su cabeza no se rinde:

- POR MI PADRE! - exclama furiosa, y blande su hacha contra el brazo izquierdo del maladin, que cae a su lado, inerte, mientras el anterior dueño del brazo lo mira todavía sin comprender lo que ha pasado, e hinca la rodilla en el suelo.

(Los dioses del rol nos vinieron a ver con ese crítico, estaba siendo una batalla de tiradas bajas interminable xD).

Kena, agotada, se acerca para rematarlo pero él la mira, sonríe maliciosamente (como sonríen los maladines) y dice: "Espina Venenosa envía saludos. Phigarth". La bárbara no acaba de comprender todo lo que ha dicho el maladin, pero las carcajadas del enemigo derrotado y, sobre todo, el grito de Diluc "VA A EXPLOTAR!" hacen que sepa que debe salir corriendo lo más rápido posible, al igual que el resto de los compañeros conscientes, buscando cobijo con mayor o menor fortuna. El maladin explota, sus armas desparecen y los no-muertos que quedaban en el campo de batalla arden.


Elana y Diluc se hacen cargo, una vez más de Markus y Kena, que están inconscientes en el suelo. Acampan cerca y descansan un día. El bardo vuelve a amenizar el descanso con tonadillas alegres y esperanzadoras, y todos parecen recuperarse muy bien. Esto le resulta un poco sospechoso a Elana pero decide no decir nada de momento. 

(Recordemos que en este mundo la magia está prohibidísima y los magos son cazados como bestias).

Con el cuerpo medianamente descansado deciden partir sin más demora a la ubicación que había señalado la luz de la gema roja. Si los malvados buscaban algo allí, Markus no quería que lo encontrasen, bajo ningún concepto.

Y allí, tras un día de viaje, escalando la ladera de una cumbre, encuentran finalmente un nido enorme y, en él, un huevo del tamaño aproximado de medio enano, de unos 60 Kg, blanco iridiscente.

Markus, Elana y Diluc empiezan a discutir sobre qué hacer con él: Markus quiere llevarlo a un lugar seguro, pero no tiene claro dónde será eso; Elana quiere el huevo para venderlo, pues asume que valdrá muchísimos muchísimos dineros; Diluc sólo quiere saber más de a donde ir y por qué hacer lo que quiere hacer el paladín. 

Kena, antes de que nadie pudiese decir nada, ya estaba abrazando el huevo, emocionada, y pegando la oreja para poder escuchar la vida en su interior. Le habla al huevo con voz suave y, mientras los demás siguen discutiendo qué hacer, ella, ajena a las dudas, deshace su petate y lo rearma, cubriendo el huevo con su saco de dormir extragordito y añadiéndolo a su equipaje.

Todavía no tienen claro qué hacer exactamente con el huevo, pero deciden que quedarse allí no es una buena idea: los secuaces del maladin, o incluso sus jefes, pueden obtener la información y vendrán a por él muy pronto. Deben huir de allí con él.


🙌 ¡¡HAN ENCONTRADO EL HUEVO DE GRIFO ALBINO!!


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