18 abril, 2013

Solete y cumples! :D

Esta semana es un remanso de luz, un islote de sol en medio del enorme mar del invierno gallego, que se puede extender sin despeinarse desde mediados de septiembre hasta principios de junio.

Da gusto sacar las patitas al sol y poder hacer el atrevimiento de dejar el abrigo en casa (pero siempre con jersey y varias capas de ropa por debajo, para adaptarse a cualquier temperatura imprevista). ¡La verdad es que los primeros días hasta me sentía que me faltaba algo! Anyway, los árboles y las planticas se desperezan y sacan hojas y flores. Esperemos que este año sea mejor para las abejas que el año pasado.


Hanami a la gallega, con andamio de obra incluído.


Hoy, además, cumplen dos personas especiales para mí. Una es mi abuela; no voy a indagar en por qué es especial para mí. Es mi abuela y punto xD

La otra es mi pollastre. Así, sin nombres, que queda más bonico xD.

Mi pollastre es una camarada del oficio del vivir; nos hicimos amigas hace ya (flípalo, tía) 11 años. Éramos una de las pocas cabezas lo insuficientemente cuerdas para escoger bachillerato de letras, junto con otras 9 almas cándidas perdidas. Ella, al principio, era la feminización de los típicos chicos malotes que en el fondo te molan un montón: cuero, metal, dragones y epicismo de Rhapsody con melena riza. Tenía una capacidad que yo consideraba cuasi-ofensiva para quedarse dormida en clase, y era capaz de mirar a la gente con tal rencor que empezaban a darme pena. Ella es de dragones, y yo de gatos. Ella escuchaba rock y metal, yo estaba en una etapa casposa setentera. Ella iba de negro, yo siempre fui medio hippy. En principio no pegábamos mucho pero, casualidades de la vida, pegamos estupendamente ^_^. Una vez te quedabas ahí, esperando, podías ver que tenía caaaapas; la persona maravillosa que era, ¡y que es! Devoradora de libros, educada, más paciente de lo que cree; da amistad y cariño a manos llenas para quien lo quiere. Ha habido momentos en estos 11 años en que no hemos hablado mucho, pero al reencontrarnos todo seguía como siempre (es algo que he agradecido infinito).

Es especial mi pollastre porque he pasado muchas cosas con ella, le he contado mucho, y sigue ahí, al pie del cañón. Ahora verse es más difícil pero eso no nos desanima, porque cuando nos volvamos a encontrar en algún desayuno, o sorbiendo alguna misoshiru, podremos seguir hablando con total confianza y libertad, como siempre.

Que cumplas muchos más, pollo; y que yo los vea ;) Salud y república!!





1 comentario:

  1. En modo alguno quería quedarme dormida en clase, de verdad. Pero es que tampoco dormía en casa. De todas maneras, suscribo la definición palabra por palabra, y tal. Jo. Qué emoción :3

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