13 noviembre, 2021

Intro: conociendo a Kena



Al norte de la gran Columna de Ainos, más allá de donde el enorme volcán deja de llorar ceniza, se extiende la Gran Llanura del Bisonte, donde está asentada la tribu bárbara del Cuerno Hendido. Un lugar blanco, duro y, por qué no decirlo, tirando a fresquito. Durante todo el año, mires donde mires, ves nieve. Sólo la cantidad acumulada en los aleros de las chozas y pasar de tener frío a mucho frío podría indicar al aventurero novicio que llega el invierno, pero para los nativos algo así se puede oler perfectamente. Y llevan ya varios días sabiéndolo: se viene. 


Para los jóvenes bárbaros, la llegada del invierno supone un extra de excitación: la prueba más importante de su vida, en la que muestran a su clan, a sus dioses y a sí mismos su valía: sobrevivir un mes solos en la llanura helada, sólo con su ropa y 3 objetos 💪 Los bárbaros son gente muy dura.


Kenandra la hace este año y está LIVING. No puede contener la emoción, la energía se le desborda saltito a saltito. Sus rizos negros siguen rítmicamente sus pasos alegres mientras se encamina al poblado, el día anterior a la prueba. Gran parte de sus 16 años los ha pasado entrenando y SABE que lo va a petar. Está convencidísima. Si no requiere ayuda ese mes (que no la va a necesitar, seguro), podrá escoger su destino y su rol dentro del clan y tiene muy claro lo que quiere: dedicarse a la caza mayor. 


Su madre, Elandra, es una gran guerrera y su padre fue un grandioso aventurero, explorador, herrero ¡y quién sabe qué más! Al pensar en él todavía siente el dolor de la pérdida; una extraña enfermedad arrasó la región hace unos años, llevándose con ella a algunos grandes guerreros, pudriéndoles la carne, haciendo que se les cayese a jirones y consumiéndolos hasta los huesos, entre gritos de dolor y fiebres terribles. Kiranon, su padre, escogió inmolarse para evitar el sufrimiento.

Un chico listo, si me preguntáis.

 

Tras pasar parte del día en el prohibido Bosque de Hielo sin que nadie* lo sepa, ha dedicado la tarde a cazar con su madre. Ahora se pegarán un buen festín y, con todo eso, Elandra espera que su hija pueda dormir algo esta noche.

*su madre lo sabe, por supuesto. Las madres lo saben todo, amiguis, pero esta hace como que no porque es una madre enrollada que deja que su hija de 16 años vaya a una zona que está prohibida por ser EXTREMADAMENTE PELIGROSA. Cosas de bárbaros 🤷‍♀️ 


Puede dormir finalmente Kenandra, tras caminar muchísimos kilómetros, cazar y pegarse tremenda cenaca? Pues poca cosa, la verdá, porque el hype es muy poderoso en ella.


Antes del alba, Kena ya está despierta. Mientras su madre finge dormir, se prepara la armadura, afila el hacha y sale por la puerta de su casa, sin mirar atrás, con sus 3 objetos:

-Saco de dormir extracalentito tipo oruga.

-Yesca y pedernal (consultado con el máster: ¡cuenta como un objeto!)

-Una cazuela. 


Tirsa, diosa de la guerra y la batalla, la acompañará en el viaje; está segura. Va a ser genial!! 

Se puede molar más? Difícilmente
Se puede molar más? Difícilmente

Sí, he pintado por encima el pelo. No, la imagen no es mía. Sí, es un destrozo a la obra de un autor que no conozco. No, no me atribuyo créditos: sólo es para daros/me referencia visual!


Total: que ella y 2 mozalbetes más salen de la aldea esa mañana, rumbo a la llanura. La idea es sobrevivir solos, así que cada uno va por su lado. Y ella, por supuesto, encamina directa a la zona prohibida, guiada por un impulso. Un impulso... divino. Guiño, guiño.


Que fue Tirsa, vaya.


Pues allá se va nuestra heroína! Camina durante unas horas y acampa cerca del Gran Bosque de Hielo. Caza un venado a la manera de las grandes mentes: con hacha a dos manos. Su hacha es Viento Helado (no sé si veis cierto patrón en los nombres de la zona 🤣). La forjó su padre y es la mejor hacha del mundo (para Kena). Se la dio poco antes de morir y es su posesión más preciada. 


Bueno, que al cazar el venado coge provisiones para algunos días y deja el resto del festín a los lobos, dando gracias al animal por su sacrificio, como hacen los buenos cazadores. Está satisfecha con su primera jornada. Esto pinta bien, todo va rodado!

 

La región al norte de La Columna de Ainos se caracteriza por ser fría en cualquier época del año, pero la mañana siguiente sorprende a Kena con una tormenta como nunca antes ha visto. Mucho viento! Mucha furia! Y mucha, MUCHA NIEVE. Se apresura a buscar refugio entre los árboles del Bosque de Hielo, justo antes de que la vorágine de nieve impida ver nada. Se hizo un cubil al lado de un gran árbol y espera pacientemente.

- No pasa nada. No hay tormentas eternas, todo se acaba. Tengo provisiones. 

Pero pasa un día, y otro y otro, la carne de venado se termina y la tormenta NO PARA NI UN POQUITO. Cada día cava para salir a la superficie de la nieve, y cada día vuelve a quedar sepultada. Es que nieva tanto que a los 3 días los árboles quedan por debajo de la nieve. 

 

Decide caminar, hacia donde sea. No hay puntos de referencia, así que sólo avanza, con sus escasas pertenencias a cuestas, comiendo nieve.

- Esta tormenta es fascinante! Nunca vi nada igual 😃 Voy a avanzar, Tirsa me guía. Seguro. 

4 días.


CUATRO.


IV.


Comiendo nieve y avanzando en lo que ella cree que es una línea recta hacia donde le guía su instinto. Es dura eh? Y terca también, lo cual no le va a venir del todo mal, porque de repente se da de bruces con una gruta. 

 

Y bueno, en ese momento CUALQUIER SITIO es mejor que volver a comer nieve otro día más luchando contra una tormenta interminable, así que va adentro. La verdad es que hacia adentro se distingue un brillo verdoso, y los brillos verdosos nunca son buena señal, así que avanza despacio, fijándose en las huellas de osos que ve aquí y allá. Son recientes. Decide mantener el hacha en las manos. Sólo imaginar carne de oso en sus manos ahora mismo... Su estómago gruñe levemente.

Siguiendo la luz, que se hace más intensa según avanza, llega a una gran bóveda con un lago helado en medio. Es el propio lago el que emite la luz verdosa desde su interior. Kena ha entrado en la superficie helada para explorar pero, antes de que pueda salir del hielo, se ve rodeada por 3 osos!! 

Pero no son osos cualquiera: son osos pochos!! 😠 La carne corrompida, hecha jirones, le recuerda demasiado bien a la enfermedad que la separó de su padre. La furia corre por sus venas. Tras días sin comer, y la única fuentes de alimento que encuentra resultan ser... 

-...ABOMINACIONES NO-MUERTAS - quiere escupir, maldiciendo, pero casi no tiene saliva ya, así que sólo aprieta los dientes -. No contagiaréis a nadie más.

 

Así que lucha contra los osos, hacha en mano, con cuidado de no darle mucho la espalda a ninguno de los tres. Dos golpes, y un oso va al suelo. Otro golpe, otro oso. Pim, pam, y dando lacasitos, oso tras oso. Vienen más, y ella sigue asestando golpes. Pero cada vez son más, y se ve acorralada. El hielo se resquebraja y mira hacia atrás sin querer, en un impulso para cerciorarse de dónde poner los pies, y un maldito oso podrido aprovecha y le da un zarpazo en la cabeza! Queda aturdida, mientras siente cómo se abre el hielo bajo sus pies. Siente el agua... 

La luz verde la alcanza.

El frío... se transforma en calor.

Calor...? 🤨

Hierba... bajo los pies? 🤔

Rodar cuesta abajo. 😶 

 

Abre los ojos a duras penas, mientras su vida se le escapa por el zarpazo de la cabeza, el cansancio, el hambre... Y ve a un enano enfundado en una gran armadura que, estupefacto, no ha podido terminar de morder el muslo de pollo que estaba a punto de llevarse a la boca. 

"Ah! Morir esta esto!", piensa. "Pues no está tan mal 😊 Hay comida..."

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