08 julio, 2012

Viaje al Destino (Parte I)

Tras la información que Kate le dió, Makarov se atusó los bigotes con preocupación. Los ninjas, le dijo, no le eran desconocidos: últimamente había rumores en la ciudad de un nuevo poder, y el hecho es que hacía ya un tiempo que había pensado en trasladar el gremio de ciudad debido a eso, ya que había demasiado mal ambiente. Cerró los ojos durante unos minutos; cuando ella ya pensaba que se había quedado dormido, los abrió y le pidió que trajera a Shana: tenía que hablar con ella tambien, y quería que le explicara mejor su misión.

Al poco rato, Kate y Shana estaban sentadas frente a Makarov, que escuchaba, con semblante muy serio, la historia de Shana.

-Gaia me envía a por Kate, es parte esencial en mi misión. Ella debe acompañarme al Cónclave de Dragones que tendrá lugar dentro de poco. Lo he visto en la visión que Gaia me otorgó hace meses. Recorrí muchos caminos buscandola, y ahora que la he encontrado tiene que acompañarme.

-¿Dónde será la reunión? -Preguntó Makarov.

-Las estrellas me marcan al norte, pero no sabré dónde exactamente hasta que llegue.

-Hmmm... -El maestro dio varias vueltas a la habitación. - Kate. No puedo ni quiero obligarte a ir. Es una decisión que tomarás por tí misma. Pero parece importante. Sé que Shana no pagará esto como una misión del gremio, pero sin duda ganarás más experiencias en un viaje tan largo. Comunícame tu decisión mañana por la mañana. Salid ahora. Voy a ver al muchacho.

Gaia le dijo... las estrellas me guían... Todo era muy místico para Kate.  La joven de herencia dragonil no se había fiado nunca de los designios de los dioses. "Aunque un viaje largo me apetece mucho: ver nuevas tierras, oler cosas nuevas y comidas diferentes... Y si es una reunión de dragones, podré preguntarles cosas sobre mi herencia. De dónde vengo... Aunque antes... tengo que hacer una paradita."

A la mañana siguiente, Shana desayunaba calladamente en una mesa de la taberna cuando Kate bajó de su habitación. Había dormido relativamente poco, pero había pocas cosas que le quitaran demasiado el sueño, y la decisión sobre un viaje no era una de ellas.

-Te acompañaré. Me apetece hacer un viaje. Además, no puedo dejar que vayas por ahí sola, -Le encantaba fanfarronear. - con esa pinta de mosquita muerta, eres carne de cañón para...
-¡Gracias! -Shana sonrió - Sabía que aceptarías. Gaia me lo dijo.
-Gaia me lo dijo... ya. - Se giró hacia la barra - ¡Mirajane! Ponme uno de esos desayunos tan fantásticos que haces.

Cuando Mirajane le trajo el desayuno, le dejó al lado, además, un montón de raciones de viaje, con cara alegre.

-El Maestro me dijo que salías hoy de viaje, así que os preparé un poco de comida para que tengais los primeros días.

Kate miró inconscientemente hacia la barandilla del piso de la habitación de Makarov, pero él ya estaba casi a su lado. Kate asintió y recogió las cosas en su petate.

-Mirajane, querida, avisa al gremio. Nos mudamos.
-¡Oh! ¡Qué emocionante! ¡Ahora mismo, maestro!
-¿Cómo que nos mudamos? -Kate nunca había visto cómo se mudaba un gremio. -¿A dónde vamos? ¡Tengo que recoger mis cosas de la habitación!
-Tranquila, Kate; no tienes que hacer nada. El gremio entero se mueve, no buscaremos otro edificio en otra parte.

Makarov era genial. Podía mover el gremio entero. ¿Quién más podría hacer eso? No muchos, supuso Kate.

-Shana... antes de irme... Tengo... Verás, tengo que solucionar un problemilla que tengo.
-¿Un problema? ¿Qué problema tienes? ¡Dime! Yo te ayudaré.
-Verás. La misión del pueblo iba a permitirme pagar un... préstamo que me hicieron unas personas. Tengo que ir a hablar con ellas para decirles que tardaré más en devolverles el...
-¡¿Que debes dinero?! ¿A quién?
-Bueno.. esto fue una noche, con una timba de póker... La noche iba muy bien pero....
-¡¡¡¿Por juego?!!! Oh, Gaia... Esto es horrible. Vamos ahora mismo.
-Termina el desayuno, mujer; tampoco...
-¡No!

No había forma de discutir con ella. Era capaz de cambiar de la máxima calidez humana a una pequeña furia blanca en cuestión de segundos. Y la pequeña furia blanca imponía mucho.

-Si vais a marcharos, iros ya. El gremio se moverá en unos minutos.
-¿A dónde va, Makarov?
-Supongo que a Aguas Profundas. Pero no te preocupes, ya sabes cómo localizarnos.
-Sí. Adios, maestro.
-Cuídate, Kate.

Pasada una hora, ambas salían de la casa de juego, con la deuda saldada y una promesa hecha, para gran dolor de corazón de Kate: no volver a jugar a nada apostando nada. Además, despues fueron al mercado a comprar una gran lista de provisiones, material y un par de caballos. Iba a ser un viaje realmente largo, por lo que parecía. Y ahora sentía al gremio realmente lejos.

"Maldita sea. Maldita sea. Con lo divertido que es echar una partidita de vez en cuando... ¿Oye, cuánto dinero tiene esta tía? Porque no le ha temblado el pulso al pagar las 5000 piezas de oro de la deuda, y comprar todo esto... Impresionante. Tengo hambre. ¡¡Mi desayuno....!!"


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2 comentarios:

  1. Quitando que faltan las compras por todo el pueblo buscando chuminadas, está todo perfecto xD. Y no sé si ya en este punto se empezaba a ver más ladrones por la ciudad y todo eso... La memoria no es lo que era. xDD

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  2. Supongo que sí. Faltaría incluír el comentario de makarov sobre los ninjas, que ya estaban haciendo de las suyas en el pueblo. Y las compras, cierto xDD

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