27 junio, 2012

Jimmy

-¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!! ¡Maldita sea! - Kate no dejaba de dar puñetazos en el suelo. Había sido demasiado lenta, pensaba; tenía que haber sido más fuerte; esa gente había sido secuestrada porque ella no había estado allí para protegerlos; no les conocía de nada, pero les había fallado miserablemente. Shana no sabía muy bien cómo consolarla, pero estaba allí de pie. Esperaba que eso fuese suficiente.

Despues de un rato, Kate se incorporó lentamente. Había captado un olor de alguien. ¡En el pueblo quedaba alguien!
-Kate, no pudiste hacer nada más, eran...
-¡Shh! ¡Silencio!

Afinó el oído y finalmente encontró la fuente: un niño de unos 10 años tumbado, escondido bajo unas ruinas, miraba fijamente el cadáver de la mujer degollada al principio de la pelea. Largos chorretones de lágrimas y mocos bajaban por su cara, llegando hasta el suelo.
Kate se acercó despacio, pero el niño retrocedió asustado.

-Tranquilo, chaval...
-¡No! ¡Aléjate! ¡No me hagas daño!
-...No pasa nada. Mi nombre es Kate y esta...
-¡Noo! ¡No he hecho nada! ¡No hemos hecho nada! ¡Aléjate, monstruo!

Kate gruñó, giró sobre sus talones y volvió. No era la primera vez ni sería la última que le llamaban algo parecido por su aspecto; le parecía injusto e insultante, pero estaba claro que ella no podría calmar al chico, y no era el momento de explicarle que no era ningún monstruo.

-Shana, habla tú con él, tranquilízalo. Tal vez contigo sea diferente. Voy a buscar un lugar para pasar la noche, no podemos viajar con él ahora.
-¿Viajar?
-No vamos a dejarlo aquí, no hay nadie más, y los cadáveres llamarán a carroñeros y enfermedades. Hay que llevarlo a Puerto Calim.
-Tienes razón. Voy a ver.

Se acercó con sus pasos cortos y se agachó junto a él. Se resistió un momento pero logró abrazarlo y apartarle la vista del resto del pueblo.

Kate encontró un ático en una casa cercana que no había sido destrozado. Subieron allí al rapaz, que no paraba de sollozar "mamá, mamá". No le hizo falta mucho más a Kate para comprender que la mujer degollada era la madre del niño. Como desde el ático se veía la plaza, Kate bajó y alejó los cadáveres de su vista. Los ocultó con escombros en calles cercanas. Eran demasiados para darles entierro, y para poder incinerarlos tendría que quemar todo el pueblo. Era mejor que los lobos tuvieran qué comer una temporada.

Cuando volvió, Shana estaba hablando con él, contándole historias, y el muchacho incluso empezaba a sonreír. Pero al entrar en la habitación, él se asustó de nuevo y se echó a llorar. Kate estuvo a punto de gruñir de nuevo, pero una mirada de Shana hizo que se mirara la ropa: estaba toda ensangrentada de sangre suya y ajena. No debía ser un buen espectáculo, sin duda. Le había parecido ver una bañera en el piso inferior. Cogió unos maderos y encendió fuego, y puso agua a calentar para lavarse ella y su ropa, despues de remendarla. Estuvo un buen rato a remojo, pensando en cómo había podido hacerlo mejor, en toda esa gente asustada. Debía informar a Makarov inmediatamente. Quien hubiese dejado la misión en el gremio debía tener más información. Además, era un asunto urgente, sin duda el Consejo de Magos tendría algo que decir al respecto. ¡Era un pueblo entero!

Cuando volvió a subir, tenía un hambre atroz. Sacó comida del petate y empezó a cocinar algo con el fuego que quedaba encendido. El muchacho ya estaba medio dormido. Shana se acercó a ella y le contó que, efectivamente, aquella mujer era su madre. Unos hombres extraños habían llegado hacía un par de días y habían hablado con el consejo del pueblo. Hoy, sin previo aviso, empezaron a sacar a todo el mundo a la calle, a la fuerza. Los pocos que se resistieron fueron asesinados a la vista de todos. La madre de Jimmy, que así se llamaba, le hizo esconderse dentro de un armario sin hacer ningún ruido, y gracias a eso había sobrevivido.

El sutil aroma de la sopa de carne seca especiada llegó a la nariz de Jimmy, que abrió los ojos de golpe y se incorporó. Kate le tendió un tazón, y él se acercó cauteloso y lo cogió. "Es como un cervatillo tratando con un lobo" pensó amargamente Kate. Comieron los tres, y durmieron en el sótano, despues de atrancar la puerta y apagar el fuego, por si volvían los asaltantes.

A primera hora de la mañana, bajaron a la plaza y se dispusieron a empezar camino, pero había un pequeño problema: Puerto Calim estaba algo lejos, a un par de jornadas de viaje, y Jimmy les retrasaría más. Tenía que llegar al gremio cuanto antes.

-Mmm... vale. A ver, esto era....

Kate empezó a conjurar. Se concentró fuertemente, imaginó un gran caballo, donde poder llevar a Jimmy y Shana hasta Puerto Calim de forma rápida y segura. Hizo los movimientos que le había enseñado Makarov, dejó fluír la energía a través de su cuerpo...

Un enorme, majestuoso y terrorífico caballo envuelto en llamas apareció frente a ellos. Una pesadilla, literalmente.

-Shhkhalej kuant pukuah? - Dijo.

Nadie entendía nada. Y antes de que nadie hiciese ningún movimiento, se giró hacia Jimmy, le dió una coz y salió corriendo.

-¡Cerdo!
-¡Jimmy! - Shana empezó a revisarle la herida - Oh, Gaia, está vivo de milagro. ¡No puedo hacer más que estabilizarlo, necesita más conocimientos de los que yo tengo!

Había que salir de allí, y había que llegar rápido, pero no se atrevía a usar de nuevo la magia para conjurar una montura. Kate cargó con Jimmy a sus espaldas.

-No pararemos hasta llegar a Puerto Calim. Amárrate las sandalias, Shana.



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2 comentarios:

  1. De esta parte si me acuerdo xD También recuerdo que remendaste la ropa XD
    No recordaba el nombre del rapaz para serte sincera... Su aparición en la historia fue lo bastante corta para que saliese de mi ese dato U.u
    I like it, como siempre ^^

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  2. He añadido el remiendo de ropa xD Something moar? :D

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